viernes, 13 de agosto de 2021

Historia de la estequiometría

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 ¿Cuánto obtengo a partir de una cantidad conocida de producto?, ¿Cuánto tengo que invertir en reactivos para obtener una cantidad deseada de producto? estas preguntas literalmente dieron origen a la teoría atómica, y de hecho ambas historias están superpuestas (lo mismo que algunos de sus ejercicios), por lo que esto es solo un resumen, para ina discusión mas extensa, puede buscar el capítulo del átomo químico.

Con el auge de la física newtoniana, los científicos se dieron cuenta que la naturaleza no estaba plagada de actos caóticos o caprichos de seres metafísicos, o como diría Carl Sagan, nuestro mundo natural posee patrones que pueden ser descritos matemáticamente y expresados en fórmulas matemáticas a las que llamamos leyes naturales.

Aunque los físicos fueron los primeros en encontrar relaciones matemáticas simples a los fenómenos naturales, con el tiempo los químicos comenzaron a indagar en esta idea, y es que debemos recordar que, para estos tiempos, alrededor de los siglos XVI y XVII la química aún se encontraba sumergida en las ideas alquimistas, los cuales aún usaban explicaciones metafísicas, caprichos espirituales, para explicar muchos de los cambios en la sustancia de las cosas.

En este contexto aparecen las leyes ponderales, de las cuales solo citaremos dos, la ley de la conservación de la masa que ya vinos en el capítulo anterior y la ley de proporciones definidas.

1.

Que se puede visualizar como que el cociente de masas en una reacción química es una constante. La clave es que esta constancia aplica a cualquier reacción química, aunque históricamente solo se enfocaron en las reacciones de descomposición.

Con el radio de masas fue posible fijar la masa de alguna sustancia común a un valor constante, y luego ver la masa que le era equivalente para diversas reacciones químicas. Durante la realización de las tablas, fue evidente que la relación de proporcionalidad matemática entre la incógnita y el dato era lineal, en lenguaje moderno diríamos que, la relación entre la masa de la incógnita y la masa del dato depende de una constante de proporcionalidad que llamaremos radio de masas (ζ):

2.

La ley de Proust expresada de este modo funciona igual que las leyes de los gases, y al dividirla entre si misma, pero para las masas iniciales correspondientes, la constante se cancelará.

3.

Lo cual nos permitirá calcular la masa de una sustancia con las masas iniciales y la masa de otra sustancia.

4.

Observe que la ecuación anterior plantearía que la relación de pesos equivalentes es experimental, y no requiere en ningún momento la hipótesis de átomos, moléculas, cantidades de sustancia, entre otras porque en ese tiempo esos conceptos no habían sido desarrollados.

El primer químico de quien tengamos constancia en encontrarse con la ley de proporciones recíprocas y sistematizarla en tablas de pesos estandarizados arbitrarios fue Jeremias Benjamin Richter (1762-1807).  Como químico, Richter es responsable de algunas de las primeras determinaciones de las cantidades en peso en las que los ácidos saturan bases y viceversa, y de llegar a la concepción de que esas cantidades eran constantes cuando se las ponderaba en una proporción fraccionaria. Impulsado por sus resultados, Richter fue llevado a la conclusión de que la química es una rama de las matemáticas aplicadas. En realidad, escribió en el prefacio a The Principles of Stoichiometry, o The Art of Measuring Chemical Elements (vols. 1-3, 1792-94) (Partington, 1948): "Todas las ciencias relacionadas con las magnitudes pertenecen a las matemáticas. La razón por la que se hace tan poco progreso en esta rama, es que los químicos rara vez se ocupan de las matemáticas y los matemáticos no sienten ningún llamado a hacer conquistas para el arte de la medición en el campo de la química ".

Jeremias Benjamin Richter. (10 de marzo de 1762 - 14 de abril de 1807) fue un químico alemán. Nació en Hirschberg en Silesia, se convirtió en funcionario minero en Breslau en 1794, y en 1800 fue nombrado asesor del departamento de minas y químico de la fábrica de porcelana real en Berlín, donde murió. Es conocido por introducir el término estequiometría.

Figura 2.   Jeremias Benjamin Richter. (10 de marzo de 1762 - 14 de abril de 1807) fue un químico alemán. Nació en Hirschberg en Silesia, se convirtió en funcionario minero en Breslau en 1794, y en 1800 fue nombrado asesor del departamento de minas y químico de la fábrica de porcelana real en Berlín, donde murió. Es conocido por introducir el término estequiometría.

De este modo, pudo rastrear la ley de proporciones recíprocas o equivalentes en 1791, así, por ejemplo:  Se necesitaron 615 partes en peso de magnesia (MgO), por ejemplo, para neutralizar 1000 partes en peso de ácido sulfúrico, en este y otros casos Richter empleó al ácido sulfúrico como unidad de comparación igual a 1000 partes arbitrarias.

Debemos notar que, la relación anterior es errónea, si usamos gramos, la relación real para 1000 gramos de ácido sulfúrico puro es de 411 gramos de MgO. Estas diferencias pudieron ser ocasionadas por varias razones a saber: impurezas de los reactivos, y errores experimentales debidos a las tecnologías aplicadas en ese momento. Una vez se cuenta con los pesos estandarizados, es posible hacer un cálculo de lápiz y papel que predice el comportamiento de experimentos futuros como ¿Cuál es la masa de MgO requerida para neutralizar 2000 g de H2SO4?

Existen muchas formas de llegar a la respuesta, por ejemplo, racionalizando que estamos tratando con el doble de una de las sustancias, por lo que la otra debe ser de 822 gramos. La segunda forma que es la más popular es empleando factores de conversión:

5.

Es muy probable que alguna de las dos formas anteriores fueran las que empleó Richter, ya que él tenía poca confianza en las capacidades algebraicas de sus colegas químicos. Aunque, es posible calcularlo con la fórmula (4.)

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A partir de sus datos, Ernst Gottfried Fischer (1754-1831) calculó en 1802 la primera tabla de equivalentes químicos, tomando el ácido sulfúrico como estándar con la cifra 1000. Richter define su nueva ciencia de la estequiometria, como "la ciencia de medir las proporciones cuantitativas o relaciones de masa en las que los elementos químicos se encadenan unos a otros" (DeLanda, 2015)

El nivel de "matemáticas químicas" utilizado por Richter para explicar los principios de la estequiometría no era ciertamente congruente con el nivel sofisticado demostrado por matemáticos y físicos anteriores (Descartes, Newton, Leibniz, Euler) y aquellos contemporáneos de Richter (Lagrange, Laplace), es como comparar matemáticas de proporciones equivalentes (fracciones simples)  con sacar un operador laplaciano, es literalmente medir la distancia en años de aprendizaje desde aritmética de primaria a cálculo universitario y aun así eran consideradas "oscuras y torpes" por los químicos contemporáneos, por lo que sus ideas fueron inicialmente desapercibidas (Michałowska-Kaczmarczyk, Asuero, & Michałowski, 2015).

Sin embargo, el propio Ricther también tenía una mala opinión de sus colegas químicos en cuanto a habilidades matemáticas se refiere, porque en el volumen 1 del “Anfangsgrunde der Stochiometrie”, dio, entre otras, explicaciones de los signos + y =; de hecho en la época todos los estudiantes de ciencias naturales con talento matemático terminaban siendo físicos, y los que las odiaban, terminaban en química o historia natural, por lo que no es de extrañar una resistencia a la irrupción de las matemáticas en la química (Michałowska-Kaczmarczyk et al., 2015).

Años más tarde otros químicos como G.E. Fischer de Berlín recalculó los datos de Richter sobre el ácido sulfúrico puro (que Richter no calculó) y los combinó en una nueva tabla de pesos equivalentes. Esta tabla se incluyó en la traducción alemana del "Essai d´une statistique chimique" de Claude Louis Berthollet de 1803 y Thomas Thompson la incorporó a la edición de 1807 de su System of Chemistry (Michałowska-Kaczmarczyk et al., 2015).

La aceptación de la ley de las proporciones recíprocas permitió la elaboración de tablas de pesos equivalentes de elementos, o de gramos equivalentes “de donde viene la expresión equivalente-gramo”. Estos pesos equivalentes fueron ampliamente utilizados por los químicos en el siglo XIX, pues a diferencia de los átomos, los pesos equivalentes si podían medirse fácilmente, eran un concepto real o empírico, que no necesitaba imaginarse cosas invisibles como los átomos, y esta noción empírica de la química prevaleció por mucho tiempo (Padilla & Furio-Mas, 2008).

Teniendo en cuenta que las observaciones de Richter llevaron al desarrollo del equivalentismo, ahora veremos que también impactaron en el atomismo y su posterior crisis a principios del siglo XX. Cuando me refiero a que la teoría atómica fue una teoría en crisis, no es que yo sea equivalentista no antiatomista, el hecho es que hay que mirarlo desde una perspectiva histórica, pues, aunque hoy el átomo sea la teoría ganadora, no siempre fue así, especialmente a principios del siglo XX, pues el átomo, junto con la teoría de la evolución fueron vilipendiados por científicos de la época. En otras palabras, tanto las teorías de la evolución y del átomo muestran que una teoría en crisis no necesariamente es reemplazada por un paradigma diferente, sino más bien se va transformando en una serie de modelos que conservan la idea de fondo.

El concepto de estequiometría fue crucial para el posterior desarrollo de la teoría atómica por Dalton. Las leyes de proporción definida de Proust, que datan de 1806, y la ley de proporciones múltiples de Dalton, formulada en 1808, fueron las primeras observaciones cuantitativas realizadas sobre el comportamiento de un gran grupo de compuestos, considerados como sustancias.

La ley de proporción definida de Proust establece que en la síntesis de un compuesto las proporciones en peso de las sustancias que lo generan son siempre iguales, es básicamente la aplicación de la ley de Richter, pero para el caso concreto de la síntesis de compuestos. Por ejemplo, si en un experimento se necesitaban 8 g de oxígeno gaseoso para consumir 1 g de hidrógeno gaseoso, si en un segundo experimento empleaba 4 g de hidrógeno gaseoso entonces se necesitaba una proporción 4 veces más grande de oxígeno para consumirlo completamente.

La ley de proporciones múltiples es semejante, pero señala que, dependiendo de las condiciones experimentales, un mismo par de elementos podía generar diferentes compuestos cada uno con su propia relación de proporción de masas definida. Así, por ejemplo, 1 gramo de nitrógeno puede reaccionar con diferentes cantidades fijas de oxígeno para generar diferentes óxidos de nitrógeno.

En cada renglón hay una proporción definida que da identidad al óxido generado, pero cuando se examinan todas las posibles reacciones, te das cuenta de que existen varios compuestos posibles con los mismos elementos.

Figura 3. En cada renglón hay una proporción definida que da identidad al óxido generado, pero cuando se examinan todas las posibles reacciones, te das cuenta de que existen varios compuestos posibles con los mismos elementos.

Ambas leyes fueron concebidas desde la perspectiva inductiva (mediante experimentos) en los cuales se señalaba que las proporciones podían redondearse fácilmente a números enteros pequeños, valores que Dalton afirmaba eran prueba de la existencia de los átomos, como explicación última de dichas proporciones enteras.

Sin embargo, no todos estuvieron de acuerdo con Proust y Dalton, Claude Louis Berthollet se enfrentó a una larga batalla con Proust, sobre la validez de la ley de proporciones definidas, el debate fue tan arduo y perseverante que la cuestión no fue zanjada sino hasta que Jöns Jacob Berzelius la confirmó en 1811.

Proust acabó prevaleciendo en su definición de compuestos con proporciones en masa de números enteros pequeños que hoy llamamos estequiométricos o daltónidos, los más frecuentes, aunque en el siglo XX se descubrieron algunas sustancias que se desviaban de esta regla y para el siglo XX fueron denominados bertólidos o no estequiométricos.

Con esto Dalton propuso que las sustancias estaban constituidas por entidades elementales y discretas llamadas átomos, pero falló en representar apropiadamente las proporciones de combinación de varias sustancias como el agua, y los gases elementales como hidrógeno y oxígeno.

La razón de esto es que la relación en peso que Dalton midió es lo que se conoce como peso equivalente, el cual no hace evidente la relación estequiométrica verdadera entre las sustancias, sin embargo, el mayor problema de todos es que experimentalmente lo más fácil era llegar a estos pesos equivalentes, a menos que encontraras una reacción sobre aparecieran las verdaderas relaciones de peso entre los elementos.

John Dalton empleó las leyes ponderales para argumentar que las reacciones se fundamentaban en moléculas que reaccionaban en eventos de reacción. Para su desgracia, y por ignorar la ley de volúmenes de combinación de Gay-Lussac, modeló inapropiadamente la molécula de agua, lo cual llevó a una confusión entre los químicos del siglo XIX que duró casi 60 años.

A la postre estas confusiones y desarrollo de conceptos generaron que el peso de los elementos este dado en diferentes escalas.

La masa de una partícula

La primera es que uno esperaría que los átomos tengan masas absolutas en gramos, lo que llamaremos la masa de la partícula (mp), que dependiendo de la partícula en cuestión recibe el nombre de masa atómica y masa molecular. Para evitar la proliferación de símbolos redundantes (mp) lo usaremos para masas atómicas o moleculares, que distinguiremos por medio de subíndices, siendo (I) para átomos e (i) para moléculas.

El peso equivalente

Fue la escala que dalton confusió con la masa relativa, cuestión que se extendió por varias décadas del siglo XIX. En realidad, lo que Dalton calculó fue el peso equivalente relativo al hidrógeno. En el capítulo de unidades de concentración veremos como definir el peso equivalente con lenguaje moderno.

La masa relativa

La masa relativa (Ar) puede pertenecer a un átomo o una molécula, y es el valor que aparece en la tabla periódica. La masa relativa es el promedio de masas relativas de los isótopos de ese elemento en la corteza terrestre, y sus unidades son adimensionales. Originalmente las masas relativas se calculaban con respecto al hidrógeno, pero en la actualidad se hace con respecto al inverso de la constante de Avogadro.

La masa molar

Es igual a la masa relativa pero multiplicada por 1 g/mol. Y por ende es la masa en gramos en un mol de sustancia.

Sin embargo, como mencionamos anteriormente, Dalton y compañía no llegaron directamente a estos valores, sino a los pesos equivalentes relativos al hidrógeno, el dilema para los químicos es que no sabían cómo elegir entre los diferentes pesos equivalentes, el verdadero peso atómico, pues un mismo elemento podía generar más de un solo peso equivalente.

El hecho de que algunos elementos tuvieran más de un peso equivalente dependiendo de las condiciones de reacción no detuvo a los químicos de proponer tablas estandarizadas como la de uno de los primeros libros de texto llamado “Problemas químicos y reacciones que acompañan a los elementos químicos de Stöckhardt” escrito por Josiah Parsons Cooke (Cooke, 1857).

Tabla 1. Tabla de símbolos y pesos atómicos en el libro de texto de Cooke de 1857, tres años antes de que Cannizaro popularizara una técnica para hallar los pesos atómicos a los que estamos acostumbrados.

Tabla de símbolos y pesos atómicos en el libro de texto de Cooke de 1857, tres años antes de que Cannizaro popularizara una técnica para hallar los pesos atómicos a los que estamos acostumbrados.

Los verdaderos pesos atómicos “que en este contexto se refiere a la masa relativa” de cada elemento no pudieron obtenerse sino hasta que Cannizaro decidió tomarse en serio las hipótesis de Avogadro en 1858 y emplearlas para generar un método para calcular tanto las fórmulas moleculares como para determinar las masas relativas.

En la actualidad podemos resumir el método de Cannizaro como despejar la masa molar de la ley de los gases ideales, y convertir masa sobre volumen en la densidad específica de la sustancia.

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10.

Solo se necesita estandarizar la presión y la temperatura a valores constantes, de 1 atm de presión y una temperatura de 0°C. Al hacer esto, la ecuación anterior se convierte en.

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Donde (Vm) actualmente recibe el nombre de volumen molar, pero por muchos años recibió el nombre de molécula-gramo. Dado que el peso en gramos de cada elemento era constante a esos 22,4 L, este pasó a ser el conocido como el peso del elemento.

Observe que en ningún punto de este proceso se hacen medidas con átomos o moléculas, sin embargo, los atomistas tomaron estos pesos de elemento corregidos para los gases diatómicos como los pesos atómicos.

Desafortunadamente, el artículo de Cannizzaro se publicó inicialmente solo en italiano y tuvo poco impacto inmediato.

El verdadero avance se produjo con un congreso internacional de productos químicos celebrado en la ciudad alemana de Karlsruhe en septiembre de 1860. Charles A Wurtz y August von Kekulé quienes organizaron el encuentro que pretendía acabar con las profundas diferencias de palabras y símbolos que dañan la comunicación y la discusión, que son fuentes esenciales del progreso científico.

El congreso no solucionó nada de fondo con respecto a la teoría atómica, pero si popularizó los pesos atómicos de Cannizzaro, que Mendeleev y otros emplearon para construir las primeras tablas periódicas (Thyssen, 2010).

Hacia principios del siglo XX, una gran cantidad de científicos aceptaron el atomismo como una explicación satisfactoria de los experimentos sobre la naturaleza de la materia. Sin embargo, había dos voces poderosas en la vanguardia de los antiatomistas: Wilhelm Ostwald en Leipzig y Ernst Mach en Viena. El primero, un devoto de la termodinámica, detestaba las doctrinas mecánicas y dudaba de la realidad de los átomos, considerándolos como meros artificios mentales. La opinión de Mach estaba en línea con la de Ostwald, aunque quizás algo más extrema al rechazar los átomos. Entre los aliados de Ostwald y Mach había científicos como Pierre Duhem y George Helm (Morowitz, 1991).

El principal defensor de la hipótesis atómica fue Ludwig Boltzmann. En 1906, el gran físico se quitó la vida. Se ha sugerido que su estado de depresión se debió en parte al fracaso de muchos científicos, incluidos Ostwald y Mach, en aceptar la visión cinética molecular de la materia que él había defendido. En cualquier caso, esta cuestión de la atomicidad era un asunto serio para la comunidad científica.

Jean Perrin (1870-1942) fue educado en la Ecole Normale Superieure y siguió las opiniones de su mentor, Marcel Brillouin, un firme defensor de Boltzmann y oponente de Ostwald y Mach. De 1906 a 1909, Perrin llevó a cabo una serie extraordinaria de observaciones sobre suspensiones de partículas lo suficientemente pequeñas como para experimentar un movimiento browniano. El movimiento browniano es el movimiento aleatorio que se observa en las partículas que se hallan en un medio fluido (líquido o gas), como resultado de choques contra las moléculas de dicho fluido.

Utilizando la mecánica estadística de Boltzmann y los resultados teóricos sobre el movimiento browniano de Einstein y Roman Smoluchowski, Perrin pudo, con solo un microscopio y un cronómetro, llegar a valores de la constante de Boltzmann de varias formas diferentes. De este parámetro fue capaz de derivar el número de Avogadro, la enumeración crucial de partículas por mol necesaria para establecer la atomicidad (Perrin, 1911).

En 1913, Perrin reunió todo su trabajo sobre teoría atómica en el libro Les Atomes. Se enumeran 16 determinaciones diferentes del número de Avogadro, muchas de las cuales había realizado personalmente. La obra fue una obra maestra retórica que convenció a casi todos incluyendo a Ostwald, pero no a Mach, de la validez de la hipótesis atómica.

El trabajo de Perrín pasó por muchas ediciones y traducciones, una versión en inglés apareció en 1920. En 1926, Perrin recibió el Premio Nobel de Física. Para 1926, el mensaje de Perrin-Boltzmann había tenido tanto éxito que nadie dudaba de la hipótesis atómica. El notable libro que lo había reunido todo quedó sin leer. Los textos de química y física ahora comienzan afirmando que toda la materia está compuesta de átomos. La prosa suena a doxología: alaba los átomos de los que fluye toda la materia. Los profesores han dejado de informar a los estudiantes sobre cómo se validó la hipótesis atómica. Incluso han renunciado a informarse y el nombre de Perrin fue expulsado de la gloria de los libros de texto. Uno de los libros científicos verdaderamente grandiosos del siglo siglo XX acumula polvo en los estantes de las bibliotecas especializadas. Para los años 20 del siglo XX los modelos atómicos se hicieron cuánticos y nucleares, y las hipótesis científicas en la siguiente década se transformaron en armas de guerra, demostrando la pavorosa realidad del átomo en el campo de batalla.

Así, los químicos hicieron un uso extensivo de los átomos y modelos moleculares, mientras negaban su existencia real o afirmaban que los átomos eran ficciones útiles, abstracciones platónicas como los números. Incluso en el siglo XX y después de los experimentos de Perrin, algunos químicos que conocían la estructura electrónica de los átomos y presenciaron la desintegración radiactiva de los átomos

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